SEMANA SANTA EN VILLAVERDE DEL RÍO 2011
Con el Vía Crucis, que tendrá lugar esta noche desde las 22.30 horas, se da el pistoletazo de salida a una nueva Semana Santa que seguro que...
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Con el Vía Crucis, que tendrá lugar esta noche desde las 22.30 horas, se da el pistoletazo de salida a una nueva Semana Santa que seguro que emocionará a muchos amantes de esta fiesta en nuestro municipio, que sin ser un ligar en el que esta celebración sea de primer orden, si que es un sitio donde se intenta que esta fiesta siga viva y cada vez vaya acercándose a lo que representan el Día del Convento o la Cabalgata, o el Día de la Virgen (8 de Septiembre), fiestas de las que nos sentimos muy orgullosos y que no deben eclipsar totalmente a esa maravilla de ver a nuestra Virgen de los Dolores, el Cristo Yacente, al Señor de la Vera Cruz esta noche o al Resucitado, que tanto brío le dan a nuestra particular Semana de Pasión.
Y para que vean que la Semana Santa se siente en Villaverde, no se pierdan este poema, escrito por una villaverdera, muy orgullosa de ser de aquí, Antonia Espinosa García y que se estrenará Dios Mediante en el Centro de Día de Villaverde ("El hogar de los mayores" para entendernos") en su celebración de la Semana Santa:
SEMANA SANTA EN MI PUEBLO
Domingo de Ramos,
mañana de palmas y olivo,
antesala de pasión.
Vía Crucis por las calles rondando la Madrugá.
Entre saetas y rezos va Jesús crucificado,
en penumbra, silencioso, a hombros de los cofrades.
Y va diciéndoles al mundo, agarra tu Cruz y sígueme.
Viernes Santo.
Jesucristo yace muerto en un sepulcro,
y una madre dolorosa, con un puñal en su pecho,
le sigue entre bambalinas paseada con amor.
Y la mecen y la mecen
para que ese dolor,
entre flores, entre velas,
tenga consuelo y amor.
Llega el Domingo, Domingo de Resurrección.
Cristo ha resucitado.
Es mañana de alegría, es mañana de ilusión.
Sale el Cristo a nuestras calles,
sale buscando a su madre,
una madre que lo busca,
que sabe que en una esquina,
la que llaman la del Cristo,
entre una lluvia de flores
con su hijo va a encontrarse.
Y una vez se han encontrado,
los dos juntos y felices
hasta su casa regresan.
Y les rezo, y les rezo,
y pienso “me queda un año”
para verlos por mi pueblo.